El cáncer es desobediente, una célula normal es obediente y cuando le llega una señal externa de que debe dejar de dividirse sigue las instrucciones. Existen muchos factores que contribuyen a mantener a nuestros tejidos en el camino correcto.
Pero, la célula tumoral los ignora, y sigue reproduciendose sin control . Se ha vuelto independiente respecto a las sustancias que deberían frenar su crecimiento.
Uno de los mecanismos que usan las células tumorales para conseguir este objetivo es esconder los receptores de la membrana celular que deberían mediar la respuesta inhibidora.
Es como si se pusiese unos tapones en los oídos y continuase con su crecimiento desenfrenado.
El cancer es un niño mal criado y tu organismo el padre. Por mas que el padres grita … el niño sigue creciendo sin control.